La terapia de ondas de choque, también conocida como terapia de ondas de choque extracorpóreas (ESWT), es un tratamiento no invasivo que utiliza ondas acústicas para promover la curación y reducir el dolor en diversas afecciones musculoesqueléticas. Esta terapia ha ganado popularidad en fisioterapia, medicina deportiva y ortopedia debido a su eficacia en el tratamiento del dolor crónico y la facilitación de la recuperación de lesiones. A continuación, se incluye una descripción detallada de la terapia de ondas de choque:


Cómo funciona la terapia de ondas de choque

Generación de ondas de choque:

La terapia de ondas de choque genera ondas acústicas que se envían al área afectada del cuerpo. Estas ondas son producidas por un dispositivo que crea pulsos de alta energía, que viajan a través de la piel y hacia los tejidos subyacentes.


Tipos de ondas de choque:

Ondas de choque radiales: son ondas de baja energía que se propagan desde la fuente. Se utilizan comúnmente para el tratamiento a nivel superficial y son efectivas para afecciones como la fascitis plantar y la tendinitis.

Ondas de choque focalizadas: son ondas de alta energía que convergen en un punto específico, lo que permite una penetración más profunda en los tejidos. Se utilizan para afecciones más graves o profundas, como la tendinopatía calcificada del hombro o lesiones de tejidos profundos.


Mecanismo de acción:

Las ondas de choque estimulan los procesos celulares, promoviendo la reparación y regeneración de los tejidos. La terapia ayuda a:

Aumentar el flujo sanguíneo: al estimular la circulación, la terapia de ondas de choque mejora el suministro de nutrientes a los tejidos afectados.

Reducción del dolor: altera la vía de percepción del dolor al desensibilizar las terminaciones nerviosas en el área tratada.

Descomposición de los depósitos de calcio: en casos de tendinitis calcificada, las ondas de choque pueden ayudar a descomponer las calcificaciones, facilitando su absorción y mejorando la movilidad.


Indicaciones de la terapia de ondas de choque

La terapia de ondas de choque se utiliza comúnmente para tratar una variedad de afecciones musculoesqueléticas, que incluyen:

Tendinopatías:

Afecciones como la tendinopatía de Aquiles, la tendinopatía rotuliana (rodilla de saltador) y la tendinitis en el hombro o el codo (p. ej., epicondilitis lateral).


Fascitis plantar:

Eficaz para aliviar el dolor asociado con esta afección común que afecta el talón y la planta del pie.


Tendinopatía calcificada del hombro:

Ayuda a disolver los depósitos de calcio en la articulación del hombro, lo que reduce el dolor y mejora el rango de movimiento.


Puntos gatillo:

Aborda el síndrome de dolor miofascial al dirigirse a los puntos gatillo en los músculos para reducir el dolor y la tensión.


Fracturas:

Se puede utilizar para promover la curación en fracturas sin unión o fracturas por estrés que tardan en sanar.


Control del dolor:

Se utiliza en diversas afecciones de dolor crónico, como la fibromialgia o el dolor lumbar crónico, para mejorar la calidad de vida.


Procedimiento


Preparación:

Un profesional de la salud evalúa la condición del paciente y determina la idoneidad de la terapia de ondas de choque. Se identifica el área a tratar.


Aplicación:

El paciente generalmente se recuesta y se aplica un gel conductor en la piel sobre el área objetivo para facilitar la transmisión de ondas de choque.

El dispositivo de ondas de choque se coloca sobre la piel y se inicia el tratamiento. La duración de la sesión suele ser de entre 15 y 30 minutos, según la afección.


Cuidado posterior al tratamiento:

Los pacientes pueden experimentar algo de dolor en la zona tratada, que suele desaparecer en unos pocos días. Se requiere un tiempo de inactividad mínimo y muchos pacientes pueden volver a sus actividades diarias inmediatamente después del tratamiento.

Beneficios de la terapia de ondas de choque

• No invasiva: ofrece una alternativa a la cirugía y a los tratamientos más invasivos.

• Efectos secundarios mínimos: generalmente se tolera bien y tiene pocos efectos adversos; los posibles efectos secundarios incluyen dolor o hinchazón transitorios.

• Recuperación rápida: los pacientes suelen experimentar alivio en unas pocas sesiones y muchos informan de una mejora significativa del dolor y la función.

• Versatilidad: es eficaz para una amplia gama de afecciones, lo que la convierte en una herramienta valiosa para la rehabilitación y el tratamiento del dolor.


Limitaciones y contraindicaciones

Si bien la terapia de ondas de choque es eficaz para muchos pacientes, puede no ser adecuada para todos. Algunas contraindicaciones incluyen:

• Embarazo: evitar el tratamiento sobre el abdomen o la región pélvica.

• Infecciones activas: el tratamiento no debe aplicarse sobre tejidos infectados.

• Tumores o neoplasias malignas: no debe usarse en tejidos cancerosos.

• Trastornos vasculares graves: las afecciones que impiden el flujo sanguíneo pueden no responder bien a la terapia.

• Marcapasos u otros implantes electrónicos: se recomienda precaución en estos casos.


La terapia de ondas de choque es una opción de tratamiento no invasiva prometedora y eficaz para diversas afecciones musculoesqueléticas. Aprovecha el poder de las ondas acústicas para estimular la curación, reducir el dolor y mejorar la función. Al igual que con cualquier tratamiento médico, es esencial que los pacientes consulten con un proveedor de atención médica calificado para determinar si la terapia de ondas de choque es adecuada para su afección específica y para desarrollar un plan de tratamiento integral.

La terapia de ondas de choque radiales (RSWT) es una forma de terapia de ondas de choque extracorpóreas que utiliza ondas acústicas de baja energía para tratar diversas afecciones musculoesqueléticas.