La terapia de ultrasonido es un método de tratamiento no invasivo ampliamente utilizado en fisioterapia, rehabilitación y medicina deportiva. Aprovecha la energía mecánica de las ondas sonoras para estimular la reparación de tejidos, aliviar el dolor y reducir la inflamación. Profundicemos en cómo funciona y sus diversas aplicaciones.


Cómo funciona la terapia de ultrasonido


El componente clave de la terapia de ultrasonido es la aplicación de ondas sonoras de alta frecuencia, normalmente en el rango de 1 a 3 MHz. Estas ondas sonoras se transmiten a través de un dispositivo portátil conocido como transductor, que se mueve sobre la piel por encima del área de tratamiento. Se aplica un gel especial sobre la piel para ayudar a conducir las ondas sonoras de manera eficiente. La energía del ultrasonido puede penetrar hasta 5 centímetros de profundidad en los tejidos blandos.


Ondas sonoras y frecuencia

La terapia de ultrasonido utiliza ondas sonoras que son más altas que el rango de audición humana. Estas ondas sonoras, normalmente en frecuencias entre 1 MHz y 3 MHz, son emitidas por un dispositivo conocido como transductor o sonda de ultrasonido.

La frecuencia de 1 MHz (megahercio) penetra más profundamente y, por lo general, afecta los tejidos hasta 5 cm (2 pulgadas) por debajo de la piel, lo que la hace ideal para problemas más profundos de músculos y articulaciones.

La frecuencia de 3 MHz se utiliza para tratamientos más superficiales y penetra alrededor de 1 a 2 cm por debajo de la superficie, lo que es más eficaz para tratar tendones, ligamentos y articulaciones más pequeñas.


La terapia de ultrasonido funciona de dos maneras principales:

Efecto térmico (calentamiento de los tejidos):

Uno de los efectos principales de la terapia de ultrasonido es la producción de calor en las profundidades de los tejidos. Las ondas sonoras continuas de alta frecuencia crean vibraciones a nivel celular, lo que genera un tipo de fricción dentro del tejido. Esta fricción produce vibraciones microscópicas y efectos térmicos que calientan el tejido.

Beneficios de los efectos térmicos:

• Aumento del flujo sanguíneo: el calor provoca vasodilatación (expansión de los vasos sanguíneos), lo que aumenta el flujo sanguíneo a la zona. Se suministra más oxígeno y nutrientes a los tejidos dañados, lo que promueve una curación más rápida.

• Reducción de los espasmos musculares: el calor relaja los músculos tensos, aliviando los espasmos y la rigidez.

• Mayor flexibilidad de los tejidos: calentar el tejido lo hace más flexible, lo que es beneficioso para tratar el tejido cicatricial, las adherencias y las contracturas (movimiento articular restringido).

• Reducción del dolor: el calor también tiene un impacto directo en los receptores del dolor, lo que reduce las señales de dolor enviadas al cerebro.


Efectos no térmicos (cavitación y transmisión acústica)

Incluso cuando el ultrasonido se aplica en modo pulsado, donde no aumenta significativamente la temperatura de los tejidos, aún ejerce efectos terapéuticos a través de la energía mecánica. Esto se conoce como efecto no térmico, que incluye dos fenómenos principales: cavitación y transmisión acústica.

A. Cavitación:

La cavitación se refiere a la formación de microburbujas dentro de los tejidos, causada por la rápida oscilación de cavidades llenas de gas en respuesta a las ondas sonoras. Estas burbujas se expanden y contraen en respuesta a las fluctuaciones de presión de la onda ultrasónica.

• Cavitación estable: esta forma de cavitación es segura y terapéutica. La oscilación de las microburbujas estimula los procesos celulares que promueven la curación y la reparación.

• Cavitación inestable (transitoria): en algunos casos (generalmente a intensidades muy altas), estas burbujas pueden colapsar repentinamente, liberando energía que puede dañar las células. Sin embargo, esto generalmente se evita en entornos de ultrasonido terapéutico mediante el uso de frecuencias y niveles de potencia adecuados.

B. Transmisión acústica:

La transmisión acústica es el movimiento constante de fluidos a lo largo de las membranas celulares debido a las ondas ultrasónicas. Este micromovimiento de fluidos altera la permeabilidad celular, lo que permite un mejor intercambio de nutrientes y una mejor eliminación de desechos de los tejidos.

• La transmisión acústica influye en las funciones celulares, como el transporte de membrana, promoviendo el intercambio de iones y proteínas entre las células y su entorno.

• Ayuda a mejorar el metabolismo celular y acelera el proceso de curación al estimular a las células para que trabajen de manera más eficiente.


A continuación, se muestran otros mecanismos de la terapia de ultrasonido.

Micromasaje mecánico

Las vibraciones mecánicas creadas por las ondas ultrasónicas actúan como un micromasaje a nivel del tejido. Este efecto de micromasaje es especialmente útil para:

• Romper el tejido cicatricial y las adherencias, que pueden restringir el movimiento y causar dolor.

• Reducir el edema (hinchazón) al estimular el drenaje linfático, que elimina el exceso de líquido de los tejidos.

• Mejorar la regeneración celular, lo que ayuda a que los tejidos se reparen más rápidamente.

Regeneración y reparación de tejidos

La terapia de ultrasonidos también promueve la reparación celular a nivel molecular. La presión mecánica de las ondas sonoras estimula las células para:

• Aumentar la producción de colágeno, que es esencial para la fuerza y la reparación de los tejidos.

• Mejorar la actividad de los fibroblastos, las células responsables de producir tejido conectivo, lo que permite una remodelación más eficaz del tejido cicatricial.

• Estimular la liberación de factores de crecimiento, lo que acelera la curación de músculos, tendones, ligamentos y otros tejidos blandos.

Fonoforesis (administración de medicamentos)

Una aplicación especializada de la terapia de ultrasonidos es la fonoforesis, que implica el uso de ondas ultrasónicas para ayudar a administrar medicamentos (como medicamentos antiinflamatorios o analgésicos) a través de la piel y hacia los tejidos más profundos.

• Las ondas sonoras mejoran la permeabilidad de la piel, lo que permite que los medicamentos tópicos penetren con mayor eficacia que por sí solos.

• Se utiliza comúnmente para tratar afecciones como tendinitis o bursitis al combinar los efectos terapéuticos del ultrasonido con los efectos localizados de los medicamentos."


Aplicaciones de la terapia de ultrasonido

La terapia de ultrasonido se utiliza ampliamente para tratar una variedad de lesiones y afecciones musculoesqueléticas. Algunas aplicaciones comunes incluyen:

Lesiones de tejidos blandos:

Distensiones musculares y esguinces de ligamentos: el ultrasonido promueve una curación más rápida y reduce la inflamación al aumentar el flujo sanguíneo al área afectada.

Tendinitis: común en los atletas, la tendinitis puede beneficiarse de la terapia de ultrasonido al reducir la inflamación y promover la reparación de los tejidos.


Dolor crónico e inflamación:

Artritis: la terapia de ultrasonido puede aliviar el dolor en las articulaciones afectadas por osteoartritis o artritis reumatoide al mejorar la circulación y reducir la rigidez.

Fibromialgia: puede ayudar a controlar el dolor crónico asociado con la fibromialgia al reducir la rigidez muscular y mejorar el rango de movimiento.


Tejido cicatricial y adherencias:

La terapia de ultrasonido puede ayudar a reducir la formación de tejido cicatricial después de una cirugía o lesión al romper las adherencias y mejorar la flexibilidad del tejido.


Cicatrización de heridas:

La terapia de ultrasonido de baja intensidad se utiliza a veces para acelerar la curación de heridas de curación lenta, como úlceras por presión y úlceras diabéticas.


Recuperación posquirúrgica:

Después de cirugías ortopédicas (por ejemplo, reemplazos de articulaciones o reparación de ligamentos), la terapia de ultrasonido se puede utilizar para reducir la hinchazón, mejorar el flujo sanguíneo y promover una recuperación más rápida.


Bursitis:

La inflamación de los sacos llenos de líquido en las articulaciones (bolsas) se puede aliviar con terapia de ultrasonido al reducir la hinchazón y promover la curación.


Selectividad tisular

La terapia de ultrasonido se puede ajustar para dirigirse a tipos específicos de tejido según los parámetros de tratamiento establecidos por el terapeuta. Por ejemplo:

• Se utilizan frecuencias más altas (3 MHz) para dirigirse a estructuras superficiales como tendones, ligamentos y músculos pequeños.

• Se eligen frecuencias más bajas (1 MHz) para problemas más profundos en músculos y articulaciones.

Resumen de mecanismos:

• Efectos térmicos: Calentamiento profundo de los tejidos que aumenta el flujo sanguíneo, relaja los músculos y mejora la elasticidad de los tejidos.

• Efectos no térmicos: efectos mecánicos como la cavitación y la transmisión acústica que promueven la reparación celular y el movimiento de fluidos sin calentar significativamente los tejidos.

• Micromasaje: vibración mecánica que ayuda a romper el tejido cicatricial, reducir la hinchazón y estimular la circulación.

• Fonoforesis: mejora de la administración de medicamentos a través de la piel mediante ondas ultrasónicas.


Seguridad y beneficios

La terapia de ultrasonido generalmente se considera segura, siempre que la administre un profesional capacitado, como un fisioterapeuta. El tratamiento no es invasivo y, por lo general, no produce dolor, lo que lo convierte en una opción adecuada para muchos pacientes con lesiones agudas o afecciones crónicas.

• No invasivo: no necesita cirugía ni medicación.

• Reducción del dolor: ayuda a aliviar el dolor agudo y crónico sin efectos secundarios.

• Acelera la curación: estimula el flujo sanguíneo y los procesos de reparación de tejidos.

• Aumenta el rango de movimiento: reduce la rigidez muscular y mejora la flexibilidad de las articulaciones.


Limitaciones y contraindicaciones

Aunque la terapia con ultrasonido es segura para la mayoría de las personas, existen algunas situaciones en las que se debe evitar:

• Sobre áreas de infección activa o tumores cancerosos.

• Cerca de las placas de crecimiento óseo en niños.

• Directamente sobre los ojos, los órganos reproductivos o el útero de una mujer embarazada.

• Los pacientes con marcapasos o implantes metálicos cerca del área de tratamiento deben tener precaución.

En resumen, la terapia con ultrasonido es un tratamiento versátil y eficaz que puede mejorar la curación de los tejidos, reducir el dolor y mejorar la movilidad en una amplia gama de afecciones musculoesqueléticas. Los fisioterapeutas la utilizan ampliamente para complementar otros tratamientos, como la terapia manual, el ejercicio y el estiramiento.


La combinación de efectos mecánicos y térmicos de la terapia con ultrasonido la convierte en una herramienta versátil y poderosa para tratar una amplia gama de afecciones y lesiones musculoesqueléticas. Su capacidad para estimular la reparación de los tejidos, reducir el dolor y mejorar la movilidad a través de medios no invasivos la hace muy popular en los entornos de fisioterapia.